Contaminación marina por plástico: un problema socioecológico global

Contaminación marina por plástico: un problema socioecológico global

De entre los múltiples problemas entre sociedad y medioambiente, la contaminación marina por plástico es quizás uno de los más graves y, paradójicamente, menos notorios. Las playas destinadas al turismo de gran escala frecuentemente cuentan con servicios de limpieza que impiden que la mayoría de la gente se dé cuenta del nivel de gravedad del problema. El plástico permanece como una presencia oculta a la vista, mientras que el número de desechos aumenta en todo el océano, incluso en sus profundidades.

El plástico es un compuesto de moléculas cuyo tiempo de degradación es de un millón de años o más. En el mar, el plástico va descomponiéndose en fragmentos cada vez más pequeños que no llegan a desaparecer del todo, en este punto, se les conoce como ‘microplásticos’. Las partes más grandes de los pedazos plásticos son frecuentemente ingeridas por aves, tortugas e incluso ballenas que confunden el material con alimento, pero también se ha observado que los animales más pequeños se alimentan

de los mircoplásticos, de modo que el plástico se incorpora a la cadena alimenticia desde los organismos de menor tamaño. Otro tipo de afectaciones son causadas por heridas que el material provoca en los cuerpos de lobos marinos, focas, delfines y otros animales cuyo movimiento es impedido por haber quedado enradados en el material.

El problema de la contaminación marina por plástico es una presencia global que afecta, incluso, a las regiones que parecieran más alejadas de las dinámicas de consumo y desecho. La zona de Sian Ka’an, reserva de la biosfera y patrimonio mundial de la humanidad en el estado de Quinta Roo, se encuentra visibiblemente contaminada por desechos plásticos. A lo largo de las playas de Sian Ka’an se ha observado la presencia de basura plástica proveniente de hasta 58 países diferentes. Los asentamientos humanos que se encuentran en el terriorio comprendido por esta reserva del programa del hombre y la biosfera (MAB) se dedican principalmente a la pesca deportiva y comercial, por lo cual, el plástico marino es un problema socioecológico que afecta a humanos y no-humanos simultáneamente. Sian Ka’an es un territorio que alberga y protege la biodiversidad del caribe mexicano, clave para la salud del planeta, en este sentido el plástico no sólo es contaminación, es un elemento que cambia las dinámicas de la vida en la región.El plástico de un solo uso, cuyo aprovechamiento dura a veces escasos minutos, está intrísecamente relacionado con un modo de consumo en el que las mercancías son fácilmente desechadas y sustituidas por otras sin que en estos procesos se contemple el daño ambiental que implica la producción y desecho veloz y voraz de este tipo de productos.

Los océanos son fuente de trabajo y sobrevivencia multiespecie en el planeta Tierra; por ello, nuestra vida está condicionada en gran medida por la salud de este cuerpo acuífero y sus habitantes. Aunque desde 1970 se conoce que el océano ha estado contaminado por plástico casi desde que éste fue inventado por la química moderna de la era industrial; no fue hasta el viaje del capitán Charles Moore a través del Pacífico, en 1997, que el tema comezó a visibilizarse en esferas públicas y diversos grupos de activistas ambientales y científicos comenzaron su trabajo.

Si no se toman medidas serias al respecto, se estima que para el año 2050 habrá más plástico que peces en el mar. El Programa ambiental de las Naciones Unidas clasificó en 2011 la contaminación marina por plástico como uno de los asuntos más urgentes por resolver. Hoy es primordial buscar el trabajo conjunto entre empresas, gobiernos, comunidad científica y sociedad civil para llegar a legislaciones internacionales sobre la producción de plásticos y el manejo de los desechos; de otro modo, cualquier esfuerzo será minúsculo comparado con el incremento de este material en el mar. No basta con designar áreas protegidas o reservas de la biosfera, sino más bien, se trata de percatarse de las implicaciones de vivir en un planeta vinculado, especialmente cuando se trata de contaminación marina.

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